Jugamos en la cancha del Universitario, la clásica, la vieja, la chiquita.
Ellos se ponen en ventaja de tiro libre, aunque el que la empujó adentro fue Pablo.
Nosotros empatamos de tiro libre, con un toque sutil en el camino del Cordobes.
Ellos se ponen nuevamente en ventaja, con el gol que nos caracteriza, ese que nunca falta. Esta vez le toco al Pizzero, que le pego para reventarla arriba y en realidad se la regaló al 9 de ellos que la paró, nos agarró a todos mal parados y tras un toque para habilitar a un compañero, este convirtió.
De acá en adelante, el equipo, perdió la brújula, los cambios fueron desacertados y una cosa, lleva a la otra, para que el resultado termine siendo un 1 x 4.
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